miércoles, 2 de junio de 2010

El beso...


De repente se acerco, y la verdad al ser los dos buenos amigos nunca pensé que tendría algo de malo el hablar tan cerca con el.

Sus manos rosaban las mías, sus dedos sin querer tocaban los mios, mis ojos se perdieron lentamente en su mirada y su sonrisa me hacia ponerme un poco más nervioso que él.

El calor subía, es verano y la humedad hacia que el sudar junto a el fuera una experiencia casi religiosa, y así poco a poco nos acercábamos más y más, nos mirábamos cada vez más y buscábamos cada instante para estar juntos, aun así nos acercábamos, hasta que en ese momento la luz bajo y nuestros labios se buscaron, un simple roce y basto para encender esa chispa que recorría nuestros cuerpos en la humedad.

Sus manos se entrelazaron y nuestros torsos se juntaron, ¿qué más da? solo el disfrutar ese beso intenso que cada vez se hacia más pasional.

La luz regreso y nuestros labios aun se seguían besando que importaba, nosotros queríamos disfrutar sólo disfrutar de un buen beso lleno de coqueterías y buenos inicios, al final de eso, todo quedo en varios besos no sabiendo si los volveremos a repetir o a sentir, al final de la noche solo fueron eso.
Besos.

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