Sorpresa II...

Mis manos sudan y las de él tiemblan... "Ves, te dije que te encontraría".

Mis sentidos explotan al máximo y el silencio en el camino al coche es largo, mientras unas risas se esconden en los arbustos, nosotros no sabemos que decir.

Ha pasado tiempo suficiente para volver a ser desconocidos, para no saber que las emociones que él provocaba ya no están, y que el dolor que dejó fue el más difícil de soportar.

Su ojos me miran y el perdón está en mis labios, pero aun no puedo soltar esas palabras al recordar su traición... Sus palabras buscan confort y su orgullo se ha doblado ante la necesidad de sentirse querido por alguién que lo amo sin limites.

Me toma la mano y su boca se acerca a la mía, sin importar nada un beso suave une nuestras lenguas y este nos lleva a recordar por que nos amábamos tanto y si existe la posibilidad de que este amor sea como el fenix...