Ayer mientras cenaba con Claudia y Paola, una rara mezcla sobre la mesa se encontraba, el menú era simplemente vino tinto, jamón serrano y pan, acompañado de 3 recalentados tamales estilo oaxaqueños cortados delicadamente por las manos de mi amiga en pequeños bocados perfectos para acompañar la velada.
Al fondo sonaba un disco rayado y mil veces se repetía la frase, "quiero volver a escuchar esa canción" era "Vasos Vacios" con una Celia Cruz extraordinaria la que nos acompañaba en tan singular velada; nuestras risas no se dejaban esperar y los comentarios acerca del trabajo tampoco hasta que decidimos que eso no era lo correcto de hablar en una mesa donde solo había buenos amigos.
Conclusiones hubo muchas, pero expresiones de paz y confianza hubo más, sentimientos encontrados y melancolía de cuantro extrañamos nuestros hogares se empiezan a asomar debido a la temporada navideña que poco a poco asoma más la nariz, pero el simple hecho de saber que nosotros hemos formado una familia a los miles de kilometros de los nuestros nos reconforta tanto que nos hace olvidar nuestras penas.
Que vivan los amigos, que vivan para siempre en nuestras mentes y corazones.
"Estamos moldeados por nuestros pensamientos; llegamos a ser lo que pensamos".
Buda.
Los amigos son esa familia que uno puede escoger, vivan pues!
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